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ELIJAMOS MEJOR
(demasiado antiguo para responder)
RLunfa
2005-05-28 03:33:01 UTC
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Columnista invitado / Esteban Mac Garrell
¡Vayámonos a España!

Los argentinos siguen eligiendo a España como destino principal para el
exilio. Sin embargo, es curioso que los emigrantes locales decidan marcharse
a vivir en una sociedad con altas tasas de desempleo y otros problemas que
se están agravando con las medidas tomadas por el actual gobierno
socialista.

La crisis de los últimos años generó una diáspora de nuevos sufridos
argentinos, legítimos buscadores de mejor fortuna que se sumaron a cierta
fauna local que, al grito de "¡estas cosas sólo pasan en este país!, ¡aquí
no te valoran, no hay oportunidades!, "en realidad yo hago esto pero estoy
para más!", habitualmente partía al exterior esperanzada, eligiendo de
preferencia un destino de primer mundo.

Estos modernos emigrantes de clase media que usualmente sufrían un fuerte
desajuste entre la realidad y el deseo, a menudo apoyado en un desacople
entre el talento o el esfuerzo y una ambición injustificada, casi siempre
también hacían gala de un absoluto desconocimiento de idiomas, por lo que
terminaba siendo España el destino común de muchos argentinos desencantados
con su sino vernáculo y que, según su criterio personal, eran merecedores
por nacimiento de un destino más venturoso.

Esta experiencia las más de las veces solía terminar en un regreso
frustrante y desencantado, previo paso por un miserable trabajo manual
extenuante con un contrato laboral precario para el que un título de alguna
rama de la psicología, las artes o las letras y una familia de buen pasar no
lo habían preparado adecuadamente, cuando no en humillante deportación en
compañía de hermanos latinoamericanos.

Pese a ello, inexplicablemente entre nosotros sigue manteniendo su atractivo
una sociedad con más de 10% de desempleo; listas de espera de meses para
conseguir atención en hospitales públicos; desfalcos bursátiles y bancarios
escandalosos; una pesada burocracia estatal; corrupción en la administración
de ayudas y subsidios; el peor nivel de informatización, caminos y
comunicaciones de la Europa Occidental; crisis y racionamiento de energía;
precios de servicios regulados, pero... eso sí, con muchos autos modernos y
lujosos e incontables restaurantes y bares colmados a cualquier hora del
día.

Y ahora peor aún, porque hace poco más de un año los votantes españoles, en
su gran mayoría jóvenes nacidos en democracia y desconocedores de las
penurias y los esfuerzos de la España pre Unión Europea, muchos de ellos
convencidos -al igual que nuestros locales- que merecían más oportunidades
para aplicar sus conocimientos de Filología, Historia del Arte o Letras
adquiridos en universidades gratuitas estatales, como así también más y
mejores beneficios sociales en materia de contratos de trabajo, de viviendas
subvencionadas, de seguros de desempleo, o de vacaciones pagas extendidas,
eligieron votar a un nuevo presidente socialista.

Hasta ahora el nuevo gobierno, que -como el nuestro- se enorgullece de su
"buen talante", informalidad y progresismo, no debe haberlos defraudado: ya
ha dañado la relación con los EE.UU. lo suficiente como para que los
astilleros vascos perdieran sus contratos, también dañó la relación con la
Iglesia y el nuevo Papa como para que éste urgiera a los funcionarios
públicos a ejercitar la libertad de conciencia, además aumentó el gasto
público, revisó y enmendó contratos firmados por su antecesor, difundió
varios disparatados planes de viviendas de obra pública y, por supuesto, se
encargó de desmontar la última estatua de Franco que quedaba en Madrid, lo
cual despertó demonios que España tenía dormidos.

Mientras tanto, la inflación ya ha empezado a notarse; la inversión
extranjera cayó casi un 80% versus 2003; el déficit comercial subió 168%; la
revalorización del metro cuadrado se ha desacelerado; el turismo extranjero
se ha reducido; grandes laboratorios, automotrices y manufactureras
internacionales se retiran del país y el horizonte de mediano plazo presenta
una España con fuertes rigideces laborales, actividad sindical creciente,
alta presión impositiva y costos de mano de obra que la hacen muy poco
competitiva frente a los países de Europa del Este, que además perderá en
breve más de 42.000 millones de euros de ayudas comunitarias y que, como si
fuera poco, deberá igualmente seguir bregando con problemas históricos como
el de las autonomías, la inmigración ilegal norafricana o las ancestrales
diferencias y fracturas sociales que la desgarran, incluyendo el terrorismo
vasco.

Es probable que sea verdad que las sociedades también tienen carga genética
y algún día se descubrirá que la capacidad de autodestrucción social se
hereda. Mientras tanto, y como podemos estar seguros de que nuestros chicos
se adaptarán con facilidad en la escuela gracias a que nuestra célebre y
"exitosa" última reforma educativa fue hecha copiando a imagen y semejanza
el sistema educativo español, vayámonos a España... nos vamos a sentir como
en casa, si además hasta las grandes empresas son las mismas y sus
publicidades las hacen creativos que son argentinos. ©
www.economiaparatodos.com.ar

Esteban Mac Garrell es abogado, economista y director de sociedades
anónimas.

Se autoriza la reproducción y difusión de todos los artículos siempre y
cuando se cite la fuente de los mismos: Economía Para Todos
(www.economiaparatodos.com.ar)
RTaylor
2005-05-31 12:00:19 UTC
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Post by RLunfa
Columnista invitado / Esteban Mac Garrell
¡Vayámonos a España!
Los argentinos siguen eligiendo a España como destino principal para el
exilio. Sin embargo, es curioso que los emigrantes locales decidan
marcharse a vivir en una sociedad con altas tasas de desempleo y otros
problemas que se están agravando con las medidas tomadas por el actual
gobierno socialista.
La crisis de los últimos años generó una diáspora de nuevos sufridos
argentinos, legítimos buscadores de mejor fortuna que se sumaron a cierta
fauna local que, al grito de "¡estas cosas sólo pasan en este país!, ¡aquí
no te valoran, no hay oportunidades!, "en realidad yo hago esto pero estoy
para más!", habitualmente partía al exterior esperanzada, eligiendo de
preferencia un destino de primer mundo.
Estos modernos emigrantes de clase media que usualmente sufrían un fuerte
desajuste entre la realidad y el deseo, a menudo apoyado en un desacople
entre el talento o el esfuerzo y una ambición injustificada,
Me gustaría que el columnista hubiese explayado más sobre este concepto
de "ambicion injustificada"
Post by RLunfa
casi siempre también hacían gala de un absoluto desconocimiento de idiomas,
por lo que terminaba siendo España el destino común de muchos argentinos
desencantados con su sino vernáculo y que, según su criterio personal, eran
merecedores por nacimiento de un destino más venturoso.
Esta experiencia las más de las veces solía terminar en un regreso
frustrante y desencantado, previo paso por un miserable trabajo manual
extenuante con un contrato laboral precario para el que un título de alguna
rama de la psicología, las artes o las letras y una familia de buen pasar
no lo habían preparado adecuadamente, cuando no en humillante deportación
en compañía de hermanos latinoamericanos.
Pese a ello, inexplicablemente entre nosotros sigue manteniendo su
atractivo una sociedad con más de 10% de desempleo; listas de espera de
meses para conseguir atención en hospitales públicos; desfalcos bursátiles
y bancarios escandalosos; una pesada burocracia estatal; corrupción en la
administración de ayudas y subsidios; el peor nivel de informatización,
caminos y comunicaciones de la Europa Occidental; crisis y racionamiento de
energía; precios de servicios regulados, pero... eso sí, con muchos autos
modernos y lujosos e incontables restaurantes y bares colmados a cualquier
hora del día.
Y ahora peor aún, porque hace poco más de un año los votantes españoles, en
su gran mayoría jóvenes nacidos en democracia y desconocedores de las
penurias y los esfuerzos de la España pre Unión Europea, muchos de ellos
convencidos -al igual que nuestros locales- que merecían más oportunidades
para aplicar sus conocimientos de Filología, Historia del Arte o Letras
adquiridos en universidades gratuitas estatales, como así también más y
mejores beneficios sociales en materia de contratos de trabajo, de
viviendas subvencionadas, de seguros de desempleo, o de vacaciones pagas
extendidas, eligieron votar a un nuevo presidente socialista.
Hasta ahora el nuevo gobierno, que -como el nuestro- se enorgullece de su
"buen talante", informalidad y progresismo, no debe haberlos defraudado: ya
ha dañado la relación con los EE.UU. lo suficiente como para que los
astilleros vascos perdieran sus contratos, también dañó la relación con la
Iglesia y el nuevo Papa como para que éste urgiera a los funcionarios
públicos a ejercitar la libertad de conciencia, además aumentó el gasto
público, revisó y enmendó contratos firmados por su antecesor, difundió
varios disparatados planes de viviendas de obra pública y, por supuesto, se
encargó de desmontar la última estatua de Franco que quedaba en Madrid, lo
cual despertó demonios que España tenía dormidos.
Mientras tanto, la inflación ya ha empezado a notarse; la inversión
extranjera cayó casi un 80% versus 2003; el déficit comercial subió 168%;
la revalorización del metro cuadrado se ha desacelerado; el turismo
extranjero se ha reducido; grandes laboratorios, automotrices y
manufactureras internacionales se retiran del país y el horizonte de
mediano plazo presenta una España con fuertes rigideces laborales,
actividad sindical creciente, alta presión impositiva y costos de mano de
obra que la hacen muy poco competitiva frente a los países de Europa del
Este, que además perderá en breve más de 42.000 millones de euros de ayudas
comunitarias y que, como si fuera poco, deberá igualmente seguir bregando
con problemas históricos como el de las autonomías, la inmigración ilegal
norafricana o las ancestrales diferencias y fracturas sociales que la
desgarran, incluyendo el terrorismo vasco.
Es probable que sea verdad que las sociedades también tienen carga genética
y algún día se descubrirá que la capacidad de autodestrucción social se
hereda. Mientras tanto, y como podemos estar seguros de que nuestros chicos
se adaptarán con facilidad en la escuela gracias a que nuestra célebre y
"exitosa" última reforma educativa fue hecha copiando a imagen y semejanza
el sistema educativo español, vayámonos a España... nos vamos a sentir como
en casa, si además hasta las grandes empresas son las mismas y sus
publicidades las hacen creativos que son argentinos. ©
www.economiaparatodos.com.ar
Esteban Mac Garrell es abogado, economista y director de sociedades
anónimas.
Todo el articulo desprende un buen tufo menospreciativo, bien propio de
la neo-derecha

__________________________________________________________________________

PS.: Quitado el X-posting
X915
2005-05-31 13:01:48 UTC
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Post by RLunfa
Columnista invitado / Esteban Mac Garrell
¡Vayámonos a España!
Los argentinos siguen eligiendo a España como destino principal para el
exilio. Sin embargo, es curioso que los emigrantes locales decidan marcharse
a vivir en una sociedad con altas tasas de desempleo y otros problemas que se
están agravando con las medidas tomadas por el actual gobierno socialista.
La crisis de los últimos años generó una diáspora de nuevos sufridos
argentinos, legítimos buscadores de mejor fortuna que se sumaron a cierta
fauna local que, al grito de "¡estas cosas sólo pasan en este país!, ¡aquí no
te valoran, no hay oportunidades!, "en realidad yo hago esto pero estoy para
más!", habitualmente partía al exterior esperanzada, eligiendo de preferencia
un destino de primer mundo.
Estos modernos emigrantes de clase media que usualmente sufrían un fuerte
desajuste entre la realidad y el deseo, a menudo apoyado en un desacople
entre el talento o el esfuerzo y una ambición injustificada,
Me gustaría que el columnista hubiese explayado más sobre este concepto
de "ambicion injustificada"
Post by RLunfa
casi siempre
también hacían gala de un absoluto desconocimiento de idiomas, por lo que
terminaba siendo España el destino común de muchos argentinos desencantados
con su sino vernáculo y que, según su criterio personal, eran merecedores por
nacimiento de un destino más venturoso.
Esta experiencia las más de las veces solía terminar en un regreso frustrante
y desencantado, previo paso por un miserable trabajo manual extenuante con un
contrato laboral precario para el que un título de alguna rama de la
psicología, las artes o las letras y una familia de buen pasar no lo habían
preparado adecuadamente, cuando no en humillante deportación en compañía de
hermanos latinoamericanos.
Pese a ello, inexplicablemente entre nosotros sigue manteniendo su atractivo
una sociedad con más de 10% de desempleo; listas de espera de meses para
conseguir atención en hospitales públicos; desfalcos bursátiles y bancarios
escandalosos; una pesada burocracia estatal; corrupción en la administración
de ayudas y subsidios; el peor nivel de informatización, caminos y
comunicaciones de la Europa Occidental; crisis y racionamiento de energía;
precios de servicios regulados, pero... eso sí, con muchos autos modernos y
lujosos e incontables restaurantes y bares colmados a cualquier hora del día.
Y ahora peor aún, porque hace poco más de un año los votantes españoles, en
su gran mayoría jóvenes nacidos en democracia y desconocedores de las
penurias y los esfuerzos de la España pre Unión Europea, muchos de ellos
convencidos -al igual que nuestros locales- que merecían más oportunidades
para aplicar sus conocimientos de Filología, Historia del Arte o Letras
adquiridos en universidades gratuitas estatales, como así también más y
mejores beneficios sociales en materia de contratos de trabajo, de viviendas
subvencionadas, de seguros de desempleo, o de vacaciones pagas extendidas,
eligieron votar a un nuevo presidente socialista.
Hasta ahora el nuevo gobierno, que -como el nuestro- se enorgullece de su
"buen talante", informalidad y progresismo, no debe haberlos defraudado: ya
ha dañado la relación con los EE.UU. lo suficiente como para que los
astilleros vascos perdieran sus contratos, también dañó la relación con la
Iglesia y el nuevo Papa como para que éste urgiera a los funcionarios
públicos a ejercitar la libertad de conciencia, además aumentó el gasto
público, revisó y enmendó contratos firmados por su antecesor, difundió
varios disparatados planes de viviendas de obra pública y, por supuesto, se
encargó de desmontar la última estatua de Franco que quedaba en Madrid, lo
cual despertó demonios que España tenía dormidos.
Mientras tanto, la inflación ya ha empezado a notarse; la inversión
extranjera cayó casi un 80% versus 2003; el déficit comercial subió 168%; la
revalorización del metro cuadrado se ha desacelerado; el turismo extranjero
se ha reducido; grandes laboratorios, automotrices y manufactureras
internacionales se retiran del país y el horizonte de mediano plazo presenta
una España con fuertes rigideces laborales, actividad sindical creciente,
alta presión impositiva y costos de mano de obra que la hacen muy poco
competitiva frente a los países de Europa del Este, que además perderá en
breve más de 42.000 millones de euros de ayudas comunitarias y que, como si
fuera poco, deberá igualmente seguir bregando con problemas históricos como
el de las autonomías, la inmigración ilegal norafricana o las ancestrales
diferencias y fracturas sociales que la desgarran, incluyendo el terrorismo
vasco.
Es probable que sea verdad que las sociedades también tienen carga genética y
algún día se descubrirá que la capacidad de autodestrucción social se hereda.
Mientras tanto, y como podemos estar seguros de que nuestros chicos se
adaptarán con facilidad en la escuela gracias a que nuestra célebre y
"exitosa" última reforma educativa fue hecha copiando a imagen y semejanza el
sistema educativo español, vayámonos a España... nos vamos a sentir como en
casa, si además hasta las grandes empresas son las mismas y sus publicidades
las hacen creativos que son argentinos. © www.economiaparatodos.com.ar
Esteban Mac Garrell es abogado, economista y director de sociedades anónimas.
Todo el articulo desprende un buen tufo menospreciativo, bien propio de
la neo-derecha

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PS.: Quitado el X-posting

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